El cuadro representa al presidente y al primer ministro de Rusia en actitud cariñosa y con cuerpo -desnudo- de mujer. El autor ha tenido que huir del país ante la amenaza de cárcel.
Konstantin Altunin, el autor de la parodia, ha tenido que huir a Francia y planea realizar una solicitud formal de asilo político, según ha afirmado la directora del Museo del Poder de San Petersburgo, Tatiana Titova a The Guardian. La autoridades rusas no solo han requisado el cuadro sino que han cerrado la exposición al completo.
El diputado Vitali Milónov , uno de los artífices de la ley aprobada en junio que prohíbe la propaganda homosexual e instigador del actual escándalo con la obras de Altunin, ha declarado a la radio Eco de Moscú que «hay demasiados chinches y es hora ya de fumigar».
Según Viacheslav Stepchenko, portavoz de la policía "fue un ciudadano el que avisó de que la exposición viola las leyes rusas". A continuación apareció Milónov en el recién inaugurado museo e, inmediatamente después, se personaron varios agentes de los servicios secretos acompañados por policías armados con fusiles Kaláshnikov. La policía no ha especificado qué ley han supuestamente violado estos cuadros satíricos, si la que prohíbe insultar a los miembros de las instituciones públicas o la polémica norma que prohibe realizar “propaganda” homosexual delante de menores de edad.
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