Un reciente estudio muestra que un alto porcentaje de la nutrida comunidad LGTB entre los 60 y los 92 años se ha planteado suicidarse debido al deterioro de la salud.
El estudio, coordinado por el Grupo de Trabajo sobre Políticas del Envejecimiento, muestra que un 15% de los residentes en la ciudad de San Francisco con edades entre los 60 y los 92 años y que se identificaban como parte de la comunidad LGTB había “considerado seriamente” la posibilidad del suicidio en los últimos 12 meses.
La ciudad, icono mundial de la comunidad y abanderada de la diversidad sexual, cuenta con unapoblación LGTB anciana estimada entre 18.000 y 20.000 personas. Y este número tenderá a aumentar en los próximos años debido al incesante aumento de la media de edad de la ciudad.
Hadley Hall, homosexual residente en la ciudad de 80 años, afirma en The Bay Area Reporter que “me sorprende que no sea más alto.” Varios amigos suyos se han suicidado, tras optar por esa opción para poner fin al sufrimiento derivado de los fallos en la salud. “Tomaron esa decisión por no poder conseguir los cuidados paliativos que necesitaban”, dice Hall.
Entre las preocupantes conclusiones del estudio también se encuentran las“relativamente altas tasas de discapacidad”, además de “mala salud física y mental” entre los 616 participantes en la investigación. Otros estudios han mostrado que estos dos factores se asocian a un mayor riesgo de sufrir depresión, “lo que puede aumentar el riesgo de suicidio”, señala el informe.
En los últimos tiempos, tanto en las publicaciones especializadas como en los medios convencionales se ha prestado especial atención a los suicidios de adolescentes LGTB, lo que ha llevado a poner en marcha diversas medidas de apoyo específico.
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