Tras su postura inicial, CiU rectifica y apoyará la proposición de ley contra la homofobia. Se abre una larga tramitación hasta la aprobación de esta pionera ley.
La Plataforma Catalana de Entidades LGBT, en la que participan diversas asociaciones, se constituyó el mayo pasado con elobjetivo de llevar al Parlament una propuesta de ley que luche de forma específica contra la homofobia.
Según explica la activista Miriam Solá en Diagonal, ya en 2005 el gobierno del tripartito aprobó un pionero plan para la no discriminación de las personas homosexual y transexuales, lo que supuso un importante paso en cuanto a las políticas públicas de igualdad.
El plan, no obstante, recibió críticas por parte de los movimientos sociales, que denunciaban la ausencia de medidas para poner fin a la violencia homofóbica. En respuesta, la Consejería de Bienestar Social del gobierno anunció laelaboración de una ley contra la homofobia en la que contarían con la participación de la sociedad civil. Tras su paso por el Consejo Nacional LGTB, órgano consultivo en el que tienen representación 42 entidades de Cataluña, el consejo ejecutivo del gobierno tripartito la aprobó en 2010. Pero, con el triunfo de CiU tras las elecciones, la ley no llegó a tramitarse en el Parlamento.
Tras la presión de los colectivos LGTB, CiU ha dado marcha atrás hace dos meses y, con su apoyo, hoy se debate en el Parlament la enmienda a la totalidad presentada por el Partido Popular. Según el diputado Jordi Turull, el cambio ha sido el resultado de los debates y negociaciones que han puesto de manifiesto que “es más lo que nos une que lo que nos separa.”
Según las declaraciones de Joaquim Roqueta, secretario general de la Coordinadora de Lesbianes, Gais, Transsexuals i Bisexuals de Catalunya en declaraciones a El Periódico, llegar a ese punto común no ha sido sencillo. "Hicimos muchísima presión y conseguimos cambiar la voluntad política", afirma. Eugeni Rodríguez, portavoz del Front d'Alliberament Gai de Catalunya y presidente del Observatori contra l'Homofòbia, coincide en esta valoración: “Ha sido una victoria que ha costado muchísimo.”
Se prevé que la tramitación de la ley sea larga. Sin embargo, los colectivos LGTB catalanes muestran su esperanza en que el Parlament no pierda la oportunidad histórica de aprobar una ley que no existe en ninguna parte. "Hay que dar ejemplo al mundo", proclama Rodríguez.
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