La fuerte presencia policial no ha sido suficiente para proteger la marcha del Orgullo, que se celebraba por primera vez en Budva, de los ataques homófobos de diversos grupos de ultraderecha.
Lo que iba a ser la primera marcha del Orgullo gay celebrada en la república balcánica ha acabado con violentos enfrentamientos entre la policía y activistas anti-gay, pertenecientes a diversos grupos de ultraderecha, así como a grupos de hinchas de fútbol.
Cerca de 40 manifestantes con camisetas con los colores del arcoiris trataban de celebrar el orgullo LGTB en la ciudad costera de Budva mientras la policía intentaba protegerlos de cerca de 200 violentos que atacaron con piedras y botellas. Según la policía, el ataque se ha saldado con más de diez detenidos y algunos de los manifestantes con heridas leves.
Según informa la agencia Reuters, la ultraderecha homófoba entonaba cánticos en los que tachaban de enfermas a las personas LGTB y portaban pancartas en las que se leía "Detened la marcha de la vergüenza. Por un Montenegro sano". Además, las calles de la ciudad aparecieron cubiertas con esquelas mortuorias con el nombre de Zdravko Cumbaljevic, uno de los organizadores de la marcha, miembro de la ONG Forum Progres, y uno de los pioneros de la lucha por los derechos LGTB del país.
Unos 1.500 vecinos de la ciudad de Budva habían firmado en contra de la celebración del desfile y varias empresas de autobuses se negaron a trasladar hasta allí a personas que querían apoyar la marcha.
Montenegro, un país de 600.000 habitantes, aspira a integrarse en la Unión Europea pero esta falta de respeto a los derechos humanos pueden suponer una gran barrera. El primer ministro Milo Djukanovi ha condenado estos actos violentos y ha afirmado que el gobierno protegerá a las minorías.
Como preparación para las negociaciones sobre su entrada en el club europeo, Montenegro ha aprobado recientemente una ley contra todo tipo de discriminación sexual. Sin embargo, según una reciente encuesta, dos tercios de la población consideran que la homosexualidad es una enfermedad y un 80% considera que debe mantenerse como una cuestión privada.
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