Aunque todavía no se ha realizado una propuesta formal, la legalización del matrimonio igualitario forma parte del debate cotidiano en Costa Rica. De reconocerlo, sería el primer país centroamericano en realizar este avance en derechos.
Los activistas pro derechos de los homosexuales consideran que el cambio es inminente. Incluso algunos líderes contrarios a la legalización del matrimonio igualitario dan la batalla por perdida, según informa el periodista Álvaro Murillo en su extenso reportaje.
El último avance se produjo de la forma más inesperada, cuando Costa Rica aprobó las uniones entre personas del mismo sexo “por error” dentro de una Ley para los jóvenes en la que se incluían referencias al matrimonio. El texto, redactado por las alas más a la izquierda del Parlamento, es conscientemente ambiguo y deja abierta a la interpretación de los jueces la posibilidad de validar las uniones civiles homosexuales.
La Ley fue aprobada por la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, católica y conservadora, sin permitir el debate político que sí se estaba produciendo en los medios de comunicación y ha posibilitado que unas nueve parejas de gays y lesbianas hayan presentado los documentos en los juzgados correspondientes.
“Ella ha cambiado un poco”, opina Marco Castillo, portavoz del Movimiento Diversidad, la principal asociación costarricense en defensa de las uniones homosexuales. El activista es optimista respecto a la respuesta que estas pioneras parejas pueden obtener gracias a la ambigüedad de la norma. Además, el Movimiento Diversidad está tratando de conseguir 165.000 firmas (el 5% del padrón electoral) para presentar una iniciativa legislativa popular para la legalización del matrimonio igualitario.
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