Encuentran los cuerpos sin vida de dos jóvenes estudiantes de enfermería, que mantenían una relación sentimental, en uno de los estados con mayor número de asesinatos de mujeres de México.
Yara Arleth Mendoza y Tania Rubí Martínez, de 27 y 23 años, eran estudiantes en la Facultad de Enfermería de la Universidad de Chihuahua y mantenían una relación sentimental. Hace tres meses sus cuerpos fueron hallados sin vida tirados en una zona despoblada en lo que Mercedes Fernández, presidenta del Movimiento LGBTTTI de Chihuahua, no ha dudado en calificar de “lesboasesinatos”.
El caso de Yara y Tania es el más reciente pero la activista señala que hay al menos otros tres casos de lesbianas asesinadas que están siendo investigados por las autoridades. "Tal vez no son muchos, pero aquí más que la cifra lo importante es ver la agresión con la que son asesinadas”, dijo Fernández a la agencia NotiSe, quien explicó que los cuerpos de estas mujeres aparecen con signos de haber sufrido grandes dosis de violencia, incluida violación sexual con diversos objetos.
Es difícil llevar un registro de estos "lesboasesinatos" ya que la fiscalía especializada en delitos contra las mujeres por causas de violencia machista engloba todos los asesinatos en la categoría de feminicidios. “Nosotras tenemos conocimiento de que estas mujeres eran lesbianas porque de alguna manera las conocíamos; los espacios para la comunidad LGBT en Chihuahua son pocos, sólo hay cinco centros nocturnos en la ciudad y uno es frecuentado particularmente por lesbianas”, reconoce Fernández.
Chihuahua, en el norte de México, es uno de los estados del país con mayor número de mujeres asesinadas de forma violenta. El Movimiento LGBTTTI exige al gobierno estatal que los "lesboasesinatos" se contabilicen de manera singular para que no se pierdan en la categoría de feminicidios y se puedan investigar como crímenes de odio lesbófobo.
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