Los cónyuges de matrimonios del mismo sexo recibirán la misma consideración que los matrimonios de sexo opuesto a la hora de disfrutar del derecho de residencia en Estados Unidos.
El secretario de estado, John Kerry, ha asegurado que el proceso de tramitación de permisos de residencia (la célebre y codiciada green card) empezará inmediatamente para los miembros extranjeras de matrimonios homosexuales, en las mismas condiciones que los heterosexuales.
“Siempre y cuando el matrimonio se haya realizado en una jurisdicción que lo reconozca como legal, será válido bajo las leyes de inmigración de Estados Unidos”, precisó Kerry en la embajada estadounidense en Londres en declaraciones divulgadas por el Departamento de Estado en Washington y recogidas en El Nuevo Herald.
Este cambio en la política migratoria supone un cambio importante para miles de parejas del mismo sexo que se encontraban en una situación de desprotección y supone el reconocimiento de la igualdad de derechos.
Además, los matrimonios del mismo sexo formados por dos cónyuges extranjeros podrán hacer su solicitud de visa de manera conjunta. “Estoy orgulloso de decir que se está derribando una barrera injusta que por mucho tiempo se interpuso en el camino de las familias del mismo sexo a la hora de viajar en familia a Estados Unidos”, destacó Kerry.
La nueva política llega tras el fallo del Tribunal Supremo que en junio declaró inconstitucional la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, en inglés), que lo define como “la unión entre un hombre y una mujer” e impedía que los homosexuales casados en los estados donde es legal lograran reconocimiento y beneficios fiscales a nivel federal.
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