jueves, 1 de agosto de 2013

Las familias homoparentales son tan buenas como las heterosexuales



Según un estudio realizado por la Universidad de Massachusetts, las únicas desventajas a las que se pueden enfrentar los niños y las niñas por el mero hecho de tener dos padres gays o dos madres lesbianas es la discriminación y los prejuicios.

Según un reciente estudio de la Universidad de Massachusetts Amherst, a los niños les influye cómo es la relación entre sus progenitores, no su orientación sexual.

El estudio ha sido coordinado por las investigadoras Rachel H. Farr, de la citada universidad, y Charlotte J. Patterson de la Universidad de Virginia y en él se han comparado datos de 104 familias. De estas, 50 estaban formadas por dos adultos de diferente sexo, 29 por dos hombres gays y 29 por una pareja de lesbianas. El objetivo era analizar los niveles de felicidad y adaptación de los hijos e hijas.

Entre los resultados, que resume el portal YourTango destaca que en las familias homoparentales, las tareas relacionadas con el cuidado infantil están repartidas más equitativamente mientras que las heterosexuales tendían más a dividirlas de acuerdo a los roles tradicionales de género.

Pero, independientemente de la orientación sexual de los progenitores, el estudio encuentra que el comportamiento funcional y la felicidad de los niños depende principalmente de si sus padres estaban contentos con esa división de las tareas. En palabras de Farr, "cómo se dividan las tareas de cuidado, como dar de comer, vestir o dedicar tiempo al juego, no tienen relación con la felicidad de los niños y niñas. Son las parejas que están satisfechas con el reparto de tareas las que tienen hijos con menos problemas de comportamiento".

Los hijos e hijas de parejas LGBT no están inherentemente en desventaja frente a los de parejas heterosexuales excepto por un aspecto: la discriminación y prejuicios que, en algunos casos, pueden sufrir.

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