jueves, 1 de agosto de 2013

El papa Francisco dice que no es quién para juzgar a los homosexuales



En el viaje de vuelta tras la Jornada Mundial de la Juventud que la iglesia católica organiza anualmente, el papa Francisco afirmó que "si una persona es gay, ¿quién soy yo para criticarlo?"

A bordo del avión en el que la comitiva vaticana volvía de la celebración católica en Brasil, el Sumo Pontífice realizó una larga rueda de prensa de cerca de ochenta minutos con periodistas de todo el mundo en la que no evitó ningún tema, incluido la homosexualidad.

“Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?”, afirmó el papa de origen argentino al ser preguntado sobre el supuesto lobby gay en el Vaticano sobre el que se ha escrito profusamente. Al ser preguntado directamente sobre esto, el papa argentino, según recogen los medios, respondió que el problema no estriba en ser homosexual sino en formar un lobby basado en eso.

"Se escribe mucho del lobby gay. Todavía no me encontré con ninguno que me dé el carnet de identidad en el Vaticano donde lo diga. Dicen que los hay. Cuando uno se encuentra con una persona así, debe distinguir entre el hecho de ser gay del hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby."

También se le preguntó por algunas de las cuestiones que están en pleno proceso de cambio en toda la sociedad, especialmente la brasileña, como es el matrimonio entre personas del mismo sexo y la interrupción voluntaria del embarazo. Respecto a ambos temas, el papa ha adoptado la misma actitud, esto es, plegarse a la doctrina de la Iglesia. "Soy hijo de la Iglesia", recordó.

Estas declaraciones, así como la manera en que se recogieron en distintos medios, tuvieron como consecuencia una airada respuesta del colectivo LGTB, ya que en esencia lo que viene a hacer es repetir el argumento de que se acepta al homosexual como un enfermo o un pecador, sujeto al perdón de su dios, siempre y cuando renuncie al pecado, esto es: que deje de hacer aquellas cosas que le definen como homosexual.

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