sábado, 17 de agosto de 2013

Presentador ruso de televisión afirma que "el corazón de los gays debe ser quemado"



Dimitri Kisilev, un popular presentador del segundo canal más visto de Rusia, considera que la ley contra la propaganda homosexual “no es suficiente”. Tras la polémica provocada por estas declaraciones, ha afirmado no ser homófobo y tener muchos amigos gays.

Dimitri Kisilev está apodado “la voz de Rusia” y ejerce como d irector general adjunto del Estado ruso en la televisión pública. Durante uno de los programas con mayor audiencia de todo el país, afirmó que “imponer multas a los gays por su propaganda homosexual hacia los menores no es suficiente, donar sangre o esperma debería estar prohibido para ellos, y sus corazones, en caso de accidente, deberían ser quemados o enterrados, porque no son validos para la continuación de la vida".

Según la BBC las declaraciones fueron realizadas en directo hace cerca de un año pero ha sido recientemente cuando se han situado en el foco de la polémica. Las críticas y la polémica ha sido tal que Kisilev se ha visto obligado a conceder una entrevista en la que niega que se le pueda considerar homófobo y afirma tener “muchos amigos gays”.

Kisilev explicó que realizó esas declaraciones en referencia a “las prácticas médicas legales en la Federación Rusa que, lamentablemente, sigue por detrás de la legislación internacionalmente reconocida de donación de órganos”.

Sin embargo, después de que se hubiera excusado públicamente, Kisiley señaló que “estoy fuertemente en contra de enseñar a los niños las actividades homosexuales porque de acuerdo con (Sigmund) Freud, cualquier niño es bisexual. En ese sentido, creo que la propaganda homosexual en Rusia debería estar prohibida por esa base”.

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