Durante una sesión de la Asamblea Nacional en Venezuela, el legislador Pedro Carreño llamó al líder de la oposición, Henrique Capriles, “homosexual” y “maricón”.
Tras estas afirmaciones sobre la orientación sexual del opositor venezolano Capriles, utilizadas como un insulto, el legislador Carreño afirmó que tenía en su poder un acta policial en la que se recoge cómo Capriles mantiene relaciones sexuales con otro hombre, según recogen medios locales.
Días después, y ante la polémica levantada por sus declaraciones homófobas, el diputado Carreño ha concedido una entrevista en el canal Globovisión durante la que manifestó que “si una persona es homosexual, es su responsabilidad. El que es gay no se siente ofendido de ser homosexual". “Si tuve excesos en el vocabulario ayer, pido disculpas", expresó el parlamentario. Sin embargo, sostuvo que lo pensó bien antes de escoger sus palabras. "Lo hice de manera premeditada", insistió. Carreño, quien negó ser homófobo, ha insistido en que la revolución bolivariana “es una revolución de inclusión, equidad, igualdad y justicia social”.
Este incidente ha servido para que diversos grupos denuncien la ofensiva del gobierno de Nicolás Maduro contra la población LGTB. Tamara Adrián, coordinadora del movimiento Pro Inclusión, del partido opositor Voluntad Popular, denunció que en Venezuela existe "una homofobia y una transfobia institucional y de Estado". Según recoge El Nuevo Herald, la activista denuncia que “Venezuela es el único país de América Latina donde en la Asamblea Nacional nunca se han discutido temas como el matrimonio entre parejas del mismo sexo ”.
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